Sígueme dando un paso a la vez. Es todo lo que requiero de ti. En realidad, esa es la única forma de avanzar en este mundo. Cuando te enfrentas a grandes montañas, te preguntas cómo podrás escalarlas.
Mientras tanto y debido a que no estás mirando por donde caminas, tropiezas a pesar de que yo te voy guiando. Al ayudarte a ponerte en pie, me dices lo preocupado que estás por los precipicios que tienes por delante. Pero si no sabes lo que ocurrirá hoy, mucho menos lo que ocurrirá mañana. Es posible que de pronto nuestro camino tome otro rumbo alejándote de aquellas montañas. Quizás haya una forma más fácil de ascender a esa montaña que lo que se puede ver desde la distancia. Si te guío a través de esos acantilados te equiparé convenientemente para esa extenuante escalada.
Ordenaré a mis ángeles que te protejan por dondequiera que vayas. Te sostendrán con sus manos y evitarán que tropieces con las piedras en el camino. Concéntrate en la jornada del día de hoy disfrutando de mi Presencia. Camina por fe y no por vista confiando en que yo te allane el camino que tienes por delante.
Salmo 18:29
«Con tu fuerza puedo aplastar a un ejército;
con mi Dios puedo escalar cualquier muro.»
Salmo 91:11-12
«Pues él ordenará a sus ángeles
que te protejan por donde vayas.
Te sostendrán con sus manos
para que ni siquiera te lastimes el pie con una piedra.»
2 Cor 5:7
«Pues vivimos por lo que creemos y no por lo que vemos.»
*Adaptado de la devocional Jesús te Llama escrita por Sarah Young
